martes, 1 de abril de 2014

Mascotica



Martín abre la puerta de su apartamento
— Sigan, están en su casa
Camina a la cocina
— ¿Whiskey o tequila? — Pregunta
— Lo que quieras BB — oye a lo lejos…
Martín muy seductor se acerca al sillón, se sienta entre tres hermosas mujeres.
Martín es un hombre que no es casado pero espera un hijo. Ese fin de semana su novia viajo y lo dejo solo. Él ya tiene un plan para disfrutar de esos dos días de soledad.
Sus 3 acompañantes reciben el trago, se ponen de pie y lentamente se quitan la ropa mientras Martín se pone cómodo en una silla de su comedor.
— ¿Listo bebe? — dice una de ellas
Lo amarran de las manos y piernas, no sin antes quitarle toda la ropa —Auchhh— grita Martín.
— ¿Te duele mascotica?—
Martín muy excitado —No, no me duele, me encanta, quiero más mis amas—.
Sus dominatrices le amarran unas cuerdas en los testículos
—A la 1, a las 2, y a las… 3— grita una de ellas.
—Siiiii, Duro más duro — grita Martín.
Una ama lo golpea con un látigo por las nalgas, mientras otra trae un plato de espaguetis a la boloñesa, Martín se pone en 4 patas ansioso de saber que le tienen preparado sus amas. Las 3 meten sus pies en los espaguetis, toman del cabello a su esclavo y le exigen comer de ellos.
— Deja el plato limpio cerdo — gritan las 3 amas al tiempo.
Luego de más de 2 horas de humillaciones lo dejan descansar, el feliz se recuesta en el tapete del cuarto.

Cuando abre los ojos se encuentra con una escena inesperada
— ¿Hey pero que hacen?— Pregunta, —Cállate esclavo, todas estas joyas son para tus amas, podemos disponer de lo que queramos— grita una de ellas.
Recibe un latigazo en el pecho, Seguido de un taconazo en la cabeza
— ¿qué más tienes puto?— Grita una mujer
—nada ama, ya se llevaron lo que hay.,
—Ahhh ¿muy contestoncito nuestro cachorrito?—, lo toman del cabello, — Mira a tus amas perro, míralas.
Las 3 mujeres se quitan toda la ropa y suben a la cama, se besan entre ellas, — ¿Eso te gusta no cerdo? En un acto inesperado fruto del jugueteo una toma una almohada y le propina un almohazado a otra, esta cae noqueada al piso.
— ¡Jueputa que le hizo a esta vieja!— le grita una a la otra sorprendida
— Nada, le pegue pasito, solo fue con la almohada…
Revisan la almohada, y dentro de la funda encuentran un regalo sorpresa que tiene Martín para su esposa, un consolador bañado en oro.

En el momento que las dos amas ven el brillo del oro se llenan de codicia, una camina con el consolador en la mano sin dejar de verlo, mientras su compañera toma una lámpara de noche y se la arroja por la espalda, está junto al el consolador caen al piso. La otra corre a recogerlo, adolorida su compañera la toma de una pierna, le entierra las uñas, la hace caer y la agarra a puños en los senos, la que está encima toma el consolador y se lo estrella en la cara a su compañera.
—Es mío, quiero que mi cuca sienta ese oro brillante—
—Nooo es mío— grita la que lo tiene, en un acto por esconder su valioso oro lo mete entre su vagina —mira como lo marco— grita.
Su rival histérica le propina un rodillazo a la base del consolador, se lo introduce más dentro de lo que su rival puede soportar, la hace desmayar.
— ¿Dijo que me ganaba perrita?—
—Luego de arrebatárselo con furia lo lame y se da la vuelta, en el momento que se da la vuelta Recibe un impacto tremendo por parte de Martín siente como el rompe una tabla en su cabeza, en el momento que cae inconsciente… Martín en el aire toma el dichoso consolador y lo huele, —Ummm que rico el olor de mi ama—.

Levanta a su semiconsciente ama, la pone en 4 y pasa el consolador por su lengua, —Ahora tú vas a ser mi devota esclava—.

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