martes, 22 de abril de 2014

No debería ser tan fácil



Ya teniéndola frente muy cerca, se detiene. Debería ser fácil para él, lo ha hecho muchas veces. Aunque hace un buen tiempo lo dejo de hacer, cuestiones de la vida…
El conoce el libreto de memoria, sabe paso por paso como desenvolverse, Pero el recuerdo de lo sucedido hace unos años le creaba una resistencia mental, se acostumbró a no hacerlo esto le hizo perder práctica, no le sentó muy bien en esos momentos.
Asomándose a la ventana de su castillo, viendo lo diminuta que se ve la gente desde esta piensa
Siguen siendo lo que siempre han sido —.
Vuelve para verla directo a los ojos
— ¿no te perece muy sencillo?, debería ser más difícil —.
Al no recibir respuesta sigue hablando
— quiero que sea difícil, que gracia tiene retomar si es igual de fácil, serias una más y algo me dice que no eres una más, me gustaría que fuera especial. Hacerlo difícil me hará saber si vale la pena volverlo a hacer —.
Es hora de acercarse más y hacerla suya, ya siente que en ese momento es suya.
Decide tomar la delantera, su primer movimiento, no es sigiloso al contrario es veloz, como si nunca lo hubiera dejado de hacer, es una mezcla de instinto y experiencia.
Se dirige al cuello lo besa mientras baja sus manos por la tela de su sofá haciendo que sus codos rocen ese hermoso torso. Baja lentamente la lengua por su espalda, acompañada con sus manos que rozan con la yema de los dedos sin tocarla, sus gemidos son una invitación a explorar sus muslos, pantorrillas y tobillos hasta llegar a sus helados pies.
Chupa dedo por dedo hasta llegar al dedo gordo, es carnoso y provocativo. Lo introduce lentamente en su boca lo saborea, lo lame y con un veloz movimiento lo arranca de un solo tajo.
Los gritos de su amada bajo la mordaza lo insistan a seguir, sube hasta sus largas piernas las cuales desea como hace mucho no deseaba unas. Dirige su mano hacia un cuchillo filoso y brillante, luego lentamente toma un muslo que acerca a su cuerpo y con la habilidad de un carnicero lo destaja, es una carne fresca la cual con mucha satisfacción lleva a su boca, el probar ese bocado lo lleva al cielo.
Los gritos son cada vez más fuertes, siente como ella se retuerce en el sofá ve sus manos luchar para zafarse de sus amarres. Con caballerosidad la toma del cabello le arranca la mordaza esperando oírla gritar, ella desahoga todo lo que siente, es un grito profundo, es una declaración de amor. La besa alentado por la satisfacción que le da tenerla solo para él, busca su lengua, juega con ella al mirar sus pupilas dilatadas sabe que llego la hora. Con la misma velocidad que arranco cada uno de los dedos arranca su lengua y con la misma elegancia que destajo su blanco muslo la descuartiza. Retira con delicadeza cada uno de sus órganos, luego toma su cabeza ensangrentada y la acerca a su boca
— eres la mujer más deliciosa que he probado en años — susurra en su oído.
Y ahora que se acabó el juego previo se dispone a consumar su amor.

lunes, 7 de abril de 2014

Un aderezo delicioso

María observa atentamente por su ventana, toma un café, sus ojos expresan deseo y suspenso. Observa a su vecina Carolina alistarse para salir a la calle, ve como se coloca la chaqueta y toma un poco de agua.
Carolina camina hacia el auto. Es de mañana, María corre a la puerta para encontrarla antes que se vaya.
   Caroo, Caroo…, oye, ¿no me oías? — La vecina responde pero no la mira, sigue derecho.
   Si, si te oí, ¿Cómo estás? solo ando como elevada.
   Oye, ¿quieres venir a comer esta noche?.
   Aichhh no sé, tengo trabajo hasta el cuello—
   No, caro, no me saques el cuerpo…
   No, no te lo saco… te confirmo más tarde bueno.
   No, confírmame ya, tú me dejas esperando.
   Ok, ok, ok, 8.30 llego, bueno..., Chao, chao, ya voy retarde.
Aun así no la voltea ver y camina pronta a su auto.
María entra a su cocina y saca del congelador ingredientes para lo que será su cena, relajada y muy contenta se dispone a cocinar.
Llega la noche, María tiene prácticamente la casa lista, el ambiente es extraño para una cena entre vecinas, vemos velas, luz tenue oímos buena música.
Suena el timbre, María no se emociona, pero arregla su vestido, camina muy elegante a la puerta.
Abre y le permite a su invitada pasar. Lleva dos vinos servidos en las manos, le pasa uno a su invitada.
   Oye, Que cumplida… me gusta eso (PASA EL VINO), dicen que es muy rico, es un vino californiano de esos que se volvieron un hit desde que los empezaron a importar. Muy dulce para mí pero a la mayoría le encanta… a mí me gustan otros sabores, pero en la variedad está en el placer…
   No hay lio, aunque a mí no me gustan los dulces, me gustan añejitos…
Intercambian extrañas miradas, sentimientos encontrados. María sexy y poderosa, Carolina sexy y apenada.
Ya pasados más vinos, algunas margaritas y unos tequilas, María está más cerca de su invitada y su invitada con menos pena. María la invita al comedor, ya es hora de la cena.
   Oye… pasa al comedor ya voy a servirte la cena — Dice María.
La invitada se sienta en la silla principal de un comedor de 4 puestos, pequeño pero acogedor, la mesa es perfecta, muy bien servida, casi como un restaurante muy elegante. La anfitriona llega de la cocina con su primera sorpresa culinaria, carne de apariencia muy apetitosa, sirve para las dos y toma asiento.
   Caro, espero estés muy carnívora hoy, porque lo que nos espera va a ser delicioso.
Su invitada prueba y se deleita con esa suculenta carne, de buen sabor, mira a María. El primer plato son medallones a la mantequilla y pimentón, bañados en una espesa salsa blanca, este aderezo es el acompañante de todos los platos.
   Oye… esta carne esta deli… el aderezo le da un saborcito amargo, debo aceptar que tus carnes son provocativas.
Brindan, siguen bebiendo, se les ve más relajadas.
   Salud!!!
Ya más tomadas María trae el plato final, unas brochetas de verdura. Sirve dos a cada una, su invitada las huele al pasar, huelen delicioso. María se sienta al lado de ella muy juntas.
   ¿Sabías que mi esposo trabaja en estudios de regeneración genética? Que hombre tan ocupado. Siempre he imaginado que la sopa de células madres debe ser una maravilla para el cutis, así como el semen… sería una excelente sopa, células y semen… bueno, sería más una crema…
Carolina voltea a verla con ojos extraños
   ¿Será?, oye que buena mano tienes, esta carne esta deliciosa.
   Tremenda mano. Aunque creo que di con unos buenos cortes de carne, estaba tiernita…
   Caro, quiero contarte algo, el idiota de Camilo está durmiendo con otra mujer, y parece que es de acá del barrio… que miserable no buscarse la moza lejos, así yo no me entero.
En ese momento pasa la brocheta y le convida, su invitada tose, se pone nerviosa al oír a su vecina contarle de la traición del marido, la vecina con la que él estaba sosteniendo el romance es ella, pero aun así mantiene la compostura. En ese momento la invitada toma la brocheta y en la punta del palo ve incrustado el anillo de matrimonio de su amante. Carolina sube la cabeza despacio, mira a MARIA sin saber que pensar siente temor, su anfitriona la mira con cara de maldad.
   ¿Te gusto? — pregunta María.
   Si… mucho, pero espero que mi siguiente plato sepa mejor.
María al oír lo que su invitada le dice se pone de pie, toma la mano de su vecina y la acerca debajo de su falda.
   Pruébala…
La invitada se levanta tira lo que está encima del comedor sienta a su rival de amores, se sumergen en una acalorada escena romántica donde intervienen las sobras de carne cocinada y ese aderezo blanco que acompaño todos los platos.
María y Carolina están recostadas en el sofá, muy amorosas, muy cercanas, parece que a María no le importó la traición de su marido, ahora importa más su nueva amiga.
   Oye, ¿esto fue una jugada para estar conmigo?
   Quería saber que te vio mi marido.
   Era mi chance para comerte, así como te lo comiste a él.
   Jajaja, Oye…!!! ¿Y qué tal?
María se mete debajo de la manta que las cubre juguetean entre ellas.
Un auto se acerca a la puerta de la casa, se baja alguien de él hablando por celular.
   Cual Putiadero mano, Burdel, respete… pero chino cuando salí de allá anoche lo traía, es desde esta mañana que ni idea.
   Ahora quien se aguanta la cantaleta de esta vieja loca sino aparece ese anillo —. Afirma.
Saca sus llaves y se dispone a abrir la puerta.

martes, 1 de abril de 2014

Mascotica



Martín abre la puerta de su apartamento
— Sigan, están en su casa
Camina a la cocina
— ¿Whiskey o tequila? — Pregunta
— Lo que quieras BB — oye a lo lejos…
Martín muy seductor se acerca al sillón, se sienta entre tres hermosas mujeres.
Martín es un hombre que no es casado pero espera un hijo. Ese fin de semana su novia viajo y lo dejo solo. Él ya tiene un plan para disfrutar de esos dos días de soledad.
Sus 3 acompañantes reciben el trago, se ponen de pie y lentamente se quitan la ropa mientras Martín se pone cómodo en una silla de su comedor.
— ¿Listo bebe? — dice una de ellas
Lo amarran de las manos y piernas, no sin antes quitarle toda la ropa —Auchhh— grita Martín.
— ¿Te duele mascotica?—
Martín muy excitado —No, no me duele, me encanta, quiero más mis amas—.
Sus dominatrices le amarran unas cuerdas en los testículos
—A la 1, a las 2, y a las… 3— grita una de ellas.
—Siiiii, Duro más duro — grita Martín.
Una ama lo golpea con un látigo por las nalgas, mientras otra trae un plato de espaguetis a la boloñesa, Martín se pone en 4 patas ansioso de saber que le tienen preparado sus amas. Las 3 meten sus pies en los espaguetis, toman del cabello a su esclavo y le exigen comer de ellos.
— Deja el plato limpio cerdo — gritan las 3 amas al tiempo.
Luego de más de 2 horas de humillaciones lo dejan descansar, el feliz se recuesta en el tapete del cuarto.

Cuando abre los ojos se encuentra con una escena inesperada
— ¿Hey pero que hacen?— Pregunta, —Cállate esclavo, todas estas joyas son para tus amas, podemos disponer de lo que queramos— grita una de ellas.
Recibe un latigazo en el pecho, Seguido de un taconazo en la cabeza
— ¿qué más tienes puto?— Grita una mujer
—nada ama, ya se llevaron lo que hay.,
—Ahhh ¿muy contestoncito nuestro cachorrito?—, lo toman del cabello, — Mira a tus amas perro, míralas.
Las 3 mujeres se quitan toda la ropa y suben a la cama, se besan entre ellas, — ¿Eso te gusta no cerdo? En un acto inesperado fruto del jugueteo una toma una almohada y le propina un almohazado a otra, esta cae noqueada al piso.
— ¡Jueputa que le hizo a esta vieja!— le grita una a la otra sorprendida
— Nada, le pegue pasito, solo fue con la almohada…
Revisan la almohada, y dentro de la funda encuentran un regalo sorpresa que tiene Martín para su esposa, un consolador bañado en oro.

En el momento que las dos amas ven el brillo del oro se llenan de codicia, una camina con el consolador en la mano sin dejar de verlo, mientras su compañera toma una lámpara de noche y se la arroja por la espalda, está junto al el consolador caen al piso. La otra corre a recogerlo, adolorida su compañera la toma de una pierna, le entierra las uñas, la hace caer y la agarra a puños en los senos, la que está encima toma el consolador y se lo estrella en la cara a su compañera.
—Es mío, quiero que mi cuca sienta ese oro brillante—
—Nooo es mío— grita la que lo tiene, en un acto por esconder su valioso oro lo mete entre su vagina —mira como lo marco— grita.
Su rival histérica le propina un rodillazo a la base del consolador, se lo introduce más dentro de lo que su rival puede soportar, la hace desmayar.
— ¿Dijo que me ganaba perrita?—
—Luego de arrebatárselo con furia lo lame y se da la vuelta, en el momento que se da la vuelta Recibe un impacto tremendo por parte de Martín siente como el rompe una tabla en su cabeza, en el momento que cae inconsciente… Martín en el aire toma el dichoso consolador y lo huele, —Ummm que rico el olor de mi ama—.

Levanta a su semiconsciente ama, la pone en 4 y pasa el consolador por su lengua, —Ahora tú vas a ser mi devota esclava—.